En la Argentina, el sistema tributario es un tema sensible. ¿Cómo lo perciben comerciantes, emprendedores y la sociedad en general? ¿Qué impuestos generan más malestar? ¿Y qué dicen las redes sobre esto?
Con datos de opinión pública y análisis de la conversación digital, en Taquion Group exploramos el vínculo entre los argentinos y las obligaciones fiscales.
Percepción y conocimiento
Nuestra investigación muestra que 83% de los comerciantes y emprendedores considera que la carga tributaria de su actividad es moderada o alta. Pero no solo se trata del monto: también se señala una gestión compleja, que afecta directamente a quienes venden productos o servicios.
Además, IVA e Ingresos Brutos son percibidos como los impuestos más distorsivos para la actividad económica.
Los más cuestionados por la sociedad
7 de cada 10 argentinos están en desacuerdo con que los gobiernos provinciales cobren el impuesto a los Ingresos Brutos.
Y más aún: el 52% considera injusto que se cobre este impuesto solo por facturar, sin importar si hubo o no ganancias.
Incluso, solo un 5% cree que este impuesto no se traslada directamente a los precios finales. Es decir, la gran mayoría percibe un impacto directo en el costo de vida.
Redes sociales: el termómetro del malestar fiscal
La insatisfacción con el sistema tributario también se refleja en las redes sociales.
De hecho, 8 de cada 10 menciones sobre impuestos tienen una carga negativa.
La conversación digital muestra frustración, ironía y desconfianza: los impuestos no solo se viven como una carga económica, sino también como un reflejo de una gestión pública que no devuelve lo que cobra.
Lo recaudado, ¿bien destinado?
Los argentinos ya no cuestionan únicamente cuánto se paga, sino también qué se hace con ese dinero.
El problema no es solo la presión fiscal, sino la falta de transparencia y de retorno tangible.
Esta percepción genera un círculo de desconfianza que impacta en la credibilidad del sistema impositivo y en la relación entre el ciudadano y el Estado.
¿Qué esperar hacia adelante?
La presión tributaria, la percepción de injusticia y el malestar social son una combinación delicada.
Mientras se acumulan reclamos en redes y aumenta el rechazo a ciertos tributos, como Ingresos Brutos, el sistema necesita transformarse para recuperar legitimidad.
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